sábado, 24 de abril de 2010

Programa 17/10 del 24 de Abril de 2010

SEXUALIDAD y VEJEZ

Invitada: Dra. Claudia Fouiloux, Psiquiatra y Terapeuta Sexual

Sin duda una de las principales causas que inciden en la vida sexual de los mayores es la presión social y sobre todo familiar, una serie de estereotipos y mitos creados a partir de supuestos, por ejemplo el creer que por el solo hecho de ser viejo se anulan las capacidades amatorias, o que la viudez sea el fin del camino erótico; nosotros mismos mientras aún somos relativamente jóvenes, reflexionemos acerca de nuestra propia concepción de la sexualidad de nuestros padres o de nuestros abuelos. Pero conforme envejecemos nos damos cuenta que el deseo permanece, que el placer sigue siendo como en otras etapas: Un derecho de la vida.


Efectivamente existen cambios fisiológicos que obligarán a los adultos mayores a adaptarse a nuevas realidades; la disfunción que a muchos envejecientes quita el sueño, es una de estas nuevas realidades, sin embargo desde una perspectiva más amplia sobre lo que es la sexualidad, las disfunción solo es una pequeña parte que atañe unicamente el coito, quedando todo un universo de alternativas amatorias, lúdicas, excitantes y placenteras que nada tienen que ver una penetración coital; por otra parte se tiene la certeza probada por la ciencia que el ejercicio de una sexualidad placentera durante la vejez (y en otras etapas) tiene grandes beneficios terapéuticos sobre la salud, incluso contrario a otro gran mito: La sexualidad no desgasta, fortalece: Previene infartos, aumenta la circulación del sistema cardiovascular, produce neurotrasmisores que proporcionan bienestar, el sistema autoinmune también se fortalece, se eleva la autoestima, entre otros beneficios.


El autoerotismo o masturbación goza de una deteriorada y torcida fama, se le ha tachado durante mucho tiempo como una desviación o perversión incluso por algunos dogmas reigiosos que han provocado en generaciones de hombres y más de mujeres grandes dosis de culpa y remordimientos; sin embargo la práctica de la masturbación es una alternativa recomendada por los especialistas para a través de ella conocer más a nuestro cuerpo y sus múltiples formas de encontrar satisfacción y placer, solo o mejor aún con nuestra pareja, en efecto durante la tercera edad la masturbación puede llegar a ser una herramienta lúdica de gran importancia.

sábado, 17 de abril de 2010

Programa 16/10 del 17 de Abril del 2010

TRASTORNOS DEL SUEÑO
Invitada: Dra. Margarita Becerra Pino
Psiquiátra y Psicogeriátra
Existen algunos mitos sobre la forma de dormir de las personas de edad avanzada, por ejemplo se cree que es normal que los viejos dormiten o duerman en cualquier lugar y cualquier hora del día o que por la noches duerman poco, en realidad cuando una persona cursa por un proceso de envejecimiento normal los cambios con respecto a un adulto más joven son míninos; es innegable que existen cambios fisiológicos normales y que estos cambios fisiológicos pueden alterar un poco nuestra forma de dormir al llegar a la vejez; entonces porque vemos a adultos mayores dormitar durante el día? Esto es en efecto un trastorno del sueño, una alteración que puede ser causada por diversas causas: Algún padecimiento crónico (o varios a la vez), desnutrición, depresión no diagnosticada o simplemente malos hábitos para dormir.
Las personas con hipertensión arterial pueden desarrollar apnea que como consecuencia acarreará una mala calidad del sueño y un descanso poco reparador, las personas diabéticas quizá interrumpan en exceso su sueño para levantarse a orinar por la noche, lo mismo pueden vivir los varones con atrofia prostática, algunos medicamentos también pueden alterar los ciclos del sueño, es importante reconocer alguna fuente exogena que también pueda influir como un exceso de estimulos ambientales, ya bien espacios demasiado iluminados que afectan el ciclo circadiano, con exceso de ruido y poca tranquilidad que causen stress, ya bien para conciliar o para mantener el sueño el tiempo necesario.
El tiempo normal que una persona mayor debe dormir es ente 7 y 8 horas, es falso también creer que una desvelada se recupera durmiendo en exceso a la siguiente noche, lo más recomendable es establecer algunos hábitos que ayuden a regular los ciclos del sueño, como por ejemplo establecer una hora fija para dormir y para despertar, no tomar por la tarde ningún estimulante que contenga cafeína, no tomar agua en exceso por la noche, evitar las siestas o dormitar durante el día, vigilar nuestro estado nutricional y hacer ejercicio al menos media hora de preferencia por la mañana. En especial debemos evitar los medicamentos que nos "ayuden" a dormir ya que estos solo incrementarán los trastornos del sueño.

sábado, 10 de abril de 2010

Programa 15/10 del 10 de abril del 2010

HISTORIAS DE VIDA III

Elvira Mena García, Centenaria del Centro Histórico de la Ciudad de México




Nació el 16 de noviembre de 1910 en un rancho del estado de México, a los cuatro años ya había perdido a sus padres, quedo al cuidado de su abuelita paterna y a los 14 cuando su abuelita muere, queda al cuidado de sus tías paternas, con ellas recorre una vida célibe dedicada al trabajo arduo y la superación personal; amante de las letras es hoy un prodigio de memoria al recitar decenas de poemas, cuentos o historias.
Junto a ella hemos viajado en el tiempo hasta sus recuerdos de infancia: La revolución, la trasformación industrial y tecnológica; los cambios sociales de los cuales ella se sabe protagonista.
Un ejemplo de actitud positiva y amor a la vida, habitante del Centro Histórico desde hace 67 años, hoy es una joya de longevidad que mantiene sus capacidades funcionales, que la mantienen autónoma e independiente con un estado anímico envidiable, participa diariamente en el centro de día Santa Catalina de Siena de la Fundación Centro de Promoción Gerontológica del Centro Histórico de la Ciudad de México, IAP. ¡Felicidades Elvira!
Fundación CENPROGIAP
Rep. de Chile No. 43, 2o. patio
Edificio San Jorge, Centro Histórico
(55) 30 93 93 17

sábado, 3 de abril de 2010

Programa 14/10 del 03 de abril del 2010

ESPIRITUALIDAD
Invitado Fraile Dominico Julián Cruzalta, Profesor de Teología
Una zona poco explorada por el ser humano a lo largo de su vida, es la parte espiritual; poco nos acercamos a conocer nuestra alma, nuestra vida interior, nuestro contacto íntimo con la creación y su fuerza cósmica, universal; sin embargo es al acercarnos a la vejez cuando surge una necesidad por vivir esta parte espiritual, ya bien para prepararnos para el final de nuestra vida o bien para aligerar la carga emocional de perdidas, dolores, culpas y frustraciones.
La espiritualidad se expresa a través de los valores, de la fuerza de la vida, de la capacidad de mirarse, de comprenderse, de preguntarse, de emocionarse y de responderse.
Es en la tercera edad cuando se tiene también la posibilidad de desarrollar este trabajo espiritual, porque es posible que se hayan dejado atrás los distractivos que impedian dedicar tiempo a la búsqueda y el encuentro de uno mismo, saber quien se es y que hacemos aquí viviendo esta existencia humana.
También puede presentarse en esta etapa de la vida una crisis existencial que nos sirva de punto de despegue hacia el encuentro con nuestra espiritualidad, porque son precisamente los momentos de crisis los que nos hacen crecer y desarrollarnos, los cambios bio-psico-sociales que se viven en el proceso de envejecimiento también provocan crisis personales que nos ayudan a dirigir la mirada hacia si mismos y poder encontrar el sentido de nuestra existencia como parte de un todo cósmico.
En esta búsqueda juegan un papel importante, todas estas construcciones socio-culturales visualizadas como instituciones religiosas, que si bien para algunas personas son el medio para encontrar las respuestas, no en todos los casos estas instituciones sirven para tal fin; por el contrario, vemos que la religiones han perdido su papel de orientación y medio para encontrar el espíritu, para convertirse en el fin de un afán de poder y enajenación; la religión debe ser el dedo que nos indica donde está dios, hoy sin embargo este dedo nos oculta a dios o más aún en casos en que se asume como dios mismo; por otra parte debemos ver que la religiosidad sigue buscando al dios externo, al que rige, ordena y castiga; la espiritualidad tiene otra mirada, esta se dirige hacia el interior de las cosas, a su comprensión y su equilibrio.
Un buen ejercicio para fortalecer el proceso de vivencia interior, junto o no con los procesos religiosos, es la observación total del universo y en esa misma medida la observación de uno mismo, esta observación puede tener otros nombres como oración o meditación según la religión que se practique, ya lo decía el Dalai Lama "la mejor religión es la que te hace mejor ser humano", y finalmente no se trata de alejarse de nuestra propia religión sino de incorporar a esta, nuevas y mejores prácticas que nos ayuden a encontrar la paz, el equlibrio y el sentido de nuestra vida.