sábado, 2 de mayo de 2009

Programa 18 del 02 de mayo de 2009

HIPERTENSIÓN ARTERIAL SISTÉMICA I



Invitado: Dr. Amir Gómez León Mandujano

El proceso de transición demográfica que vive México y los países de la región, trae consigo otro proceso de dimensiones y efectos impredecibles: La transición epidemiológica, son ahora tiempos de las enfermedades crónico degenerativas de entre ellas sobresale la hipertensión arterial, con el más alto índice de prevalencia en la población: 18 millones de mexicanos la padecen.

La Hipertensión Arterial Sistémica (HAS) es en este momento el problema de salud pública no epidémico más importante que atender, ya que por una parte tiene un alarmante crecimiento entre la población, del periodo 1993 a 2000 crecio de 26.6% al 30 %, de la población con más de 20 años de edad; y por otro lado es la enfermedad que causa la más alta tasa de morbilidad y mortalidad, en consecuencia es también la carga económica más pesada para el sistema de salud.

La HAS suele presentarse entre los 25 y los 55 años de edad, con una diferencia por género: En las mujeres se presenta generalmente depués de la menopausia al disminuir sus niveles hormonales, ya que estos actúan como protectores ante la HAS.

El aumento de la presión sanguinea en el sistema circulatorio puede producir algunas personas síntomas que anuncian su presencia, pero para la mayoría la HAS es asintomática, de ahí parte de su peligrosidad ya que podemos adquirirla, convivir con ella durante largo tiempo y no saberlo hasta que ya se ha producido un daño o una complicación producto de la HAS.

Por ello es recomendable hacer tomas de presión con regularidad: normal 120-80, media 130-85, alta 140-90 o más.

Y tan importante como saber nuestro nivel de HAS, es conocer cuales son los factores que propician que esta se eleve más allá de lo normal, y adecuar o corregir algunos hábitos de vida que son la principal causa, en principio la forma de comer, el exceso en el consumo de carbohidratos, grasas de origen animal y sodio, con un pobre consumo de frutas y vegetales frescos; el sedentarismo crónico, la falta de actividad física regular tiene varias consecuencias: No hay consumo de calorías y estas se acumulan en forma de grasa provocando obesidad, se pierde elasticidad y fuerza en el sistema músculo-esquelético y en consecuencia en el sistema circulatorio y respiratorio; el consumo de tabaco y el stress emocional son dos factores de la vida moderna que potencian de manera muy importante la aparición y sobre todo el desarrollo de HAS; y sin duda también existe el factor genético, la herencia familiar no podemos evitarla, pero el conocer la historia clínica familiar nos puede ayudar a prevenir y evitar sumar los otros factores de riesgo.

Debemos también tener cuidado en el consumo de ciertos fármacos que pueden provocar la elevación de la HAS, como es el caso de algunos antigripales.

Algo muy importante de reconocer es que la HAS no es una enfermedad de la tercera edad, en la mayoría de los casos se adquirió antes de llegar a esta etapa de la vida, sin embargo es en esta etapa cuando los daños acumulados en los diferentes organos diana, por los años de padecerla pasan la factura: Derrames cerebrales, infartos, insuficiencia renal, entre otros.
La HAS es un enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante, esto es importante saberlo, pero es todavía más importante saber que es una enfermedad prevenible y en todo caso controlable.

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